RESEÑA: Amanecer en la cosecha de Suzanne Collins



Comentar acerca de Amanecer en la cosecha ha sido algo distinto. Por un lado, no necesita ser recomendado para ser leído. Si eres fan de Los juegos del hambre, lo lees, fin. Además, no se siente correcto decir “omg lee este libro, te va a encantar!!” porque el protagonista sufre y sufre, y sufre… y sufre. No me malentiendas, amé este libro, sin embargo, la historia es desgarradora. 

De todos modos, dejaré por acá mis impresiones y sensaciones de mi lectura de Amanecer en la cosecha, sobre todo porque en 2022 leí Balada de pájaros…, y lo odié (es que Snow es un ser detestable), al punto de colocarlo entre mis peores lecturas de ese año, pero este me encantó.


Amanecer en la cosecha, de Suzanne Collins, narra la historia de Haymitch Abernathy, centrándose en los Juegos que marcaron su vida y en lo que ocurrió antes y después de ese traumático evento. En este libro conocemos a su madre, su hermano, sus amigos y a su gran amor: Lenore Dove, una chica de la Bandada que ama a los gansos, detesta al Capitolio y sueña con un futuro sin Juegos del Hambre.


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Este comentario no tiene spoilers y dejé afuera muchos detalles suculentos para que, quien vaya a leer el libro, viva las respectivas sorpresas. Si lo leíste y quieres hablar detallitos, mis DMS siempre están disponibles para que lloremos juntas. 


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En este libro, Suzanne Collins nos invita a reflexionar sobre lo que nos muestran los medios de comunicación, el gobierno y las redes sociales, y a cuestionarlo todo.


Porque todas teníamos una idea de cómo habían sido los juegos de Haymitch. Katniss y Peeta los miran cuando se están preparando para el vasallaje de los veinticinco durante En llamas. Sin embargo, aquí nos damos cuenta de que lo mostrado por el Capitolio fue muy distinto a lo que realmente sucedió y que, aunque no eran mentiras, tampoco eran verdades. Solo sabíamos lo que el Capitolio había mostrado: propaganda. Contar la perspectiva de Haymitch se justifica completamente. Este punto lo engloban muy bien las frases que dan pie al libro, son cuatro, y dejaré acá solo las primeras: 


Toda propaganda es mentira, incluso aquella que cuenta la verdad. Creo que eso no importa, siempre y cuando se sepa lo que se está haciendo y por qué. 


George Orwell. 


Una verdad contada con mala intención es peor que mentir por pura invención.


William Blake. 


¿Hay fanservice? Puede ser, pero no me quejo, lo abrazo


Es nostálgico volver a Panem y leer sobre Mags, Beetee y Wiress, y encariñarse con nuevos personajes como Maysilee, Wyatt, Lenore Dove, Louella, Lou-Lou, Ampert, Burdock y Asterid. Sí, ¡Al fin los padres de Katniss tienen nombre! (y son nombres de plantas, me encanta ese enlace entre naturaleza, música y cultura que se desarrolla en toda la saga). 


El parecido entre Haymitch y Katniss 


Mientras leía, me era imposible no recordar Los juegos del hambre. Ambos son rebeldes por naturaleza, compasivos, valientes, sensibles y las personas que aman definen sus motivaciones (su familia, sus amigos…). Esto hace aún más terrible el hecho de que Haymitch se aísla después de sus juegos, por miedo a que Snow le arrebate a esas personas:  


“El mundo guarda silencio. No veo a nadie. Nunca antes había estado solo de verdad, siempre había tenido a mi familia. O a mis amigos. O a mi amada” (467)


¿Qué pasa cuando ganas los Juegos del hambre?


Por primera vez tenemos acceso a ver el retorno de un vencedor al hogar. Algo muy terrible, pero que suma a la historia. En el primer libro no vimos esto, ya que anómalamente hubo dos vencedores. En cambio, esta vez es posible caer en cuenta de lo que es volver como un vencedor: junto con los ataúdes de tus compañeros de distrito. Conocemos el trauma y dolor que queda, los funerales, las familias quebradas.


Un libro bueno y triste


Fue una lectura tortuosa, porque Haymitch es víctima de Snow, torturado y engañado. No obstante, también ama con profundidad y pureza, lo que hace que sea más pasable (y doliente). 


Él nunca olvida a su amada Lenore Dove. Siempre está con él e incluso la ve envejecer a su lado, algo estremecedor. Es como un Heathcliff, pero solo con sus partes buenas.


Uno de los mensajes que deja este libro es que las revoluciones toman tiempo, como le comenta Plutarch a Haymitch:


Has hecho temblar los cimientos del Capitolio, tanto real como literalmente. Fuiste capaz de imaginar un futuro distinto. Y quizá no se haga realidad hoy, quizá ni siquiera en el tiempo que nos quede con vida. Quizá se tarden varias generaciones. Todos formamos parte de un continuo. ¿Acaso significa eso que no tiene sentido? (478)


En un momento Haymitch se pregunta: “¿Podría volver a ser feliz un miserable como yo?” (450) y la respuesta es sí, pero después de un tiempo. Hay veces que las heridas son tan profundas que cuesta rearmarse, aunque eventualmente es posible. A pesar de la soledad y el duelo, se puede llevar una vida… cálida, y volver a abrir el corazón: 


“No quería dejarlos entrar, ni a Peeta ni a ella, pero los muros del corazón no son inexpugnables, no si alguna vez han conocido el amor (483)”. 


Me quiero quedar con que es un libro sobre la esperanza y el amor. El viaje de Haymitch es trágico, lleno de aflicción y pérdida y, aun así, nos ofrece una visión esperanzadora. Refiriéndose a Katniss:


“No es una persona fácil; Peeta siempre dice que se parece a mí. Sin embargo, fue más lista que yo o tuvo más suerte. Es la que por fin evitó que ese sol volviera a salir” (484).


Lo recomiendo un montón. Como tip, si quieres una experiencia más intensa, relee En llamas primero.