Enero fue un buen mes lector, empecé con todo, muy motivada porque me propuse leer 100 libros este 2025, después me di cuenta de que era mucho y bajé a 30, pero eso no quita que leí caleta este mes.
Por acá pueden apreciar los libros que me acompañaron durante enero:
Los libros que más disfruté son: Pachinko, Lágrimas en H Mart, La espera, La guerra de la amapola y Gente normal.
Los que menos me gustaron: Alas de Hierro y Carta de una desconocida.
No me desagradaron, pero tampoco me volaron la cabeza: Black Swans, Los que sueñan el sueño dorado y Space Invaders.
Empecé el año releyendo Alas de sangre, porque a mediados de enero se lanzó la tercera parte de la saga y tenía intenciones de comprarla, luego leí Alas de Hierro y lo encontré tan malo que decidí no seguir con estos libros. Son caros, no siento que merezcan mi tiempo y dinero, pero me gusta leer fantasía, así que seguí buscando algo de esa onda y encontré La guerra de la amapola, un libro maravilloso que tiene todo, le tiré flores en esta entrada.
Durante enero me adentré en la literatura coreana, esto porque tomé un curso de literatura coreana contemporánea y fue demasiado entretenido. Aprendí mucho y volví al ritmo universitario de leer libros en cosa de días. Gracias a eso conocí Pachinko (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧ y fue maravilloso, es un libro largo, pero se pasa demasiado rápido. Cuenta la historia de una familia migrante coreana que llega a Japón en busca de una vida mejor, toca temas como la identidad, el racismo, la guerra, el hambre y la familia, es terrible, pero en el buen sentido, todos sufren, sobre todo las mujeres, citando el libro: "el destino de la mujer es sufrir", ¡AH! es una apuñalada al corazón.
Me metí en el universo de las hit girls y leí a Eve Babitz y Joan Didion, ninguna me deslumbró tanto, quizás tenga que buscar otras obras de ellas, pero tampoco me dan tantas ganas. Reconozco que la prosa de Joan es preciosa e impecable, pero como no me siento particularmente atraída ni me interesa la historia de los gringos, puede que no me haya esforzado en conectar con sus relatos. En ambas autoras es muy eso, muy USA, california, New York, white people..., no sé, quizás soy muy latina para entender sus referencias, o muy ignorante. Aun así, encontré más entretenida a Eve Babitz, escribí en mi libreta que su libro (Black Swans) era entretenido y que se sentía como hablar con una amiga muy cool y la encontré chistosa, me gustó que no se siente como que te quiere "enseñar algo", ella sólo quiere contar historias por el simple placer de escribir y recordar. También me dejó una frase que encontré bonita y necesaria para esta vida: