1: Parte de la felicidad, Dolores Gil

 

84 páginas, 2022.


“Un domingo cualquiera la vida es apacible y en menos de un minuto todo desaparece” (35)


Este libro es sobre la pérdida y el trauma. La protagonista revisita sus memorias infantiles, y es difícil, porque están fragmentadas. El año 1992 todo cambió para su familia, debido a un asado se generó un incendio en el patio de su casa y este hecho desencadenó una tragedia familiar impensable. Está esa sorpresa, el golpe de la muerte que llega sin aviso, el shock. 


La estructura de la historia está bien cuidada, hace que la lectura sea adictiva y rápida (y no sólo porque tiene menos de 100 páginas). El lenguaje no está adornado con metáforas, es real, es como si te estuviera hablando. Navega no solo por la muerte y el miedo y trauma que deja, si no que también por la maternidad, el aborto y la familia.


Me gustó la forma en que se mostró el proceso de enfrentar un hecho doloroso como el duelo, y cómo esto es diferente para cada individuo, aunque sean familia, la pérdida, se digiere diferente de acuerdo a la persona: “Cada uno tramitó su dolor como pudo; cada uno atravesó el bosque denso del duelo a tientas, improvisando, para ver si en algún punto volvía a aparecer la luz” (35)

Está la culpa por haber vivido, y también por intentar bloquear los recuerdos, explora este mecanismo de defensa y al mismo tiempo lo enfrenta y lucha contra el impulso.

Al final, la muerte de un ser querido nunca se supera, pero se sigue viviendo. Cualquier persona pensará que este es un libro muy bueno, poderoso, que habla del duelo de una forma genuina, y alguien que ya ha pasado por algo así (como yo) encontrará consuelo, porque somos muchas las que no entendemos por qué.

 “Me gustaría poder decirle que pienso en ella cada día de mi vida, que su muerte me sigue pareciendo lo más estúpido y doloroso del universo” (84)