La próxima vez que te vea, te mato, de Paulina Flores


No me interesa el amor libre, pero me encantan las protagonistas ridículas, locas y entrañables. Así que lo pasé bien leyendo la novela de Paulina Flores, La próxima vez que te vea, te mato. 

Primero: me encanta el nombre. Es curioso (no tanto) que lo hayan censurado en instagram por incitar a la violencia. A mí me recuerda a las letras de Miranda! y amo Miranda!. 

Segundo: Paulina Flores escribe bien. Ya conocía su trabajo porque en la Universidad leí su libro de cuentos Qué vergüenza. Aunque ese ramo me causó dolor y un gran trauma, agradezco haber podido conocer su pluma. Considero que escribe con franqueza, soltura y un poco de picardía que la hace muy agradable. 

Tercero: Soy el público objetivo para este libro. Tengo 30, el arriendo es caro y entendí todas las referencias. 

¿De qué trata?

Mirando Barcelona con ojos de enamorada, Javiera, una mujer chilena treintañera, llega a estudiar un posgrado. Todo es hermoso y mejor que en Chile, hasta que toca encontrar dónde vivir, un problema muy real en nuestro tiempo. Así, llega al departamento donde vive Manuel, un peruano magnético que se convierte en su roomie y su vínculo. 

Javiera comienza una relación abierta donde Manuel se erige como un sultán despiadado, guapo e irresistible. Para ella, el amor libre es como ir a la Universidad, un privilegio que ninguna de las mujeres en su familia pudo tener, por lo que abraza esta nueva forma de relacionarse y se instruye en el arte de las relaciones abiertas (leyendo papers). Sin embargo, pronto comienza a tener pensamientos intrusivos sobre su rol y estatus en la relación. Su ferviente pasión por Manuel la obsesiona al punto de querer cometer un crimen. 

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La próxima vez que te vea, te mato, se lee rápido. Es entretenido, pop, coquetea con el crimen, el amor, los celos y todo lo turbio que traen estas emociones. Creo que engloba bastante bien lo terrible que es estar en una dinámica amorosa que saca lo peor de ti y cómo esto puede llegar a consumir a una persona. 

No me incomodó la forma en que está escrito el libro. Pero recomendaría no detenerse a pensar en qué es ficción y que no. Como consejo: ¡solo dedícate a leer! Creo que hay que disfrutarlo como una tacita de té. Y, también, tener un poco de empatía con Javiera, que no es la primera mujer que sufre por un hombre con cero consideración por el prójimo. Mientras ella planeaba su crimen yo solo pensaba: Good for her!

La protagonista es insoportable pero es tan consciente de lo odiosa que es que no te cae mal, we love a self aware queen. Aunque, después de la mitad, cuando empieza lo del conejo y la preparación del crimen, se puso fome y me dio lata. De todas formas remonta en el final, así que igual podría decir que me gustó. Te deja con una sensación tipo ????? y al mismo tiempo me recordó al desgarrador It’ll pass de Fleabag, pero sin los tintes trágicos.

Destaco mucho la cantidad de frases icónicas que tiene y abrazo a la autora por ser una persona ilustrada que cita a Lana del Rey y los clásicos rusos en el mismo libro. 

Leí por ahí que decían que esta era una novela de verano y concuerdo. Las imágenes que evoca con la playa y la soleada y tormentosa Barcelona me dieron una vibra fresca. Justo está terminando el invierno acá en Chile (buuuu) así que siento que cayó como anillo al dedo para dar inicio a las lecturas calurientas. Y con la llegada irremediable de la primavera y el horrible verano, quiero citar a Paulina Flores: 

La vida es absurda. La muerte. Nada tiene sentido, excepto ponerse bloqueador. 

Ah y: ¡Justicia para Jaimito!