Hace años no habría podido responder, pero hoy en día sí, me siento con la confianza de decir que sé qué quiero leer. Cumplí 28 años e inundada por la nostalgia que significa cumplir un año más, mi mejor manera de lidiar con esto es hablar de libros.
Mentiría si dijera que me gusta leer de todo, nunca he leído algo policial por ejemplo, aunque no me cierro a la posibilidad. Algo bueno que ha traído envejecer es que siento que puedo definirme de mejor manera.
Me gustan los libros de amor, pero también aquellos libros tristes o muy graciosos, o ambos al mismo tiempo, cuando leo quiero algo que me haga sentir emociones de forma intensa. No necesito aprender algo, pero sí reflexionar. No me enfoco mucho en la trama, no tiene que haber un motivo, me gustan los libros que se centran en las personas, en la vida, me gusta lo real, suelo digerir mejor algo cuando está muy conectado con el mundo.
Esta selección de libros evoca algo, algo que busco al leer, algo que de alguna forma resuena conmigo.
7 libros que me definen,
(sin orden particular)
CREPÚSCULO, STEPHENIE MEYER
“Cuando pensaba en él, en su voz, sus ojos hipnóticos y la magnética fuerza de su personalidad, no quería otra cosa que estar con él de inmediato”
Lo considero mi génesis en cuanto a amor por la literatura, hasta el día de hoy recuerdo con cariño todas las experiencias ganadas gracias a esta saga. Es sobre amor adolescente, intensidad, soledad y vampiros, también mucho drama.
EL JUGADOR, FIODOR DOSTOYEVSKI
“Donde quiera que estoy sólo veo a usted, y lo demás me importa un comino. No sé por qué ni cómo la quiero”
Este libro llegó a mí porque lo vi en la feria y estaba muy barato, fue una causalidad y la primera obra rusa que leí. A veces vuelvo a él, me gusta Dostoyevski (aunque Crimen y Castigo me está dando dolores de cabeza), me gusta el mundo decadente y real que ilustró en sus trabajos.
EL GRAN GATSBY, F. SCOTT FITZGERALD
“Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado”
También fue una casualidad, lo compré usado por primera vez, era una edición vieja que ya no tengo. Es más que una historia de amor, es sobre clase, el deseo, la tragedia y esa particularidad tan humana de querer cambiar el pasado y creo fervientemente la teoría de que en parte está escrito por Zelda Fitzgerald.
FRANKENSTEIN, MARY SHELLEY
“Si carezco de lazos y afectos, el odio y la maldad serán mi compensación”
Todos los libros de este listado los he releído muchas veces, este es de los que más he vuelto a visitar. Es oscuro, el personaje principal es insoportable, está el cuestionamiento, la condición humana, la reflexión sobre la ciencia, la vida y la muerte.
LA VEGETARIANA, HAN KANG
“O puede que estuvieran pasando cosas dentro de ella, cosas terribles que nadie podría imaginar”
Cuando comencé a interesarme en la cultura coreana debido al k-pop, empecé a buscar literatura, este fue de los primeros que leí. Es muy intenso, hay descripciones muy específicas y crudas (sangre, abuso, muerte), llega a dar un poco de miedo. Esta obra es una reflexión no solo sobre el género (que es una de las tantas lecturas que se le puede hacer), si no que sobre la vida y su peso, la sociedad y el ser humano teniendo que encajar y lo que sucede cuando alguien, una mujer, se desconecta de ello de forma extrema.
CUMBRES BORRASCOSAS, EMILY BRONTË
“El mundo entero es una horrible colección de recuerdos de que existió y ¡Que la he perdido!”
Mi favorito, también llegó a mí en forma de libro barato en una feria. Una amiga me dijo que le aconsejaron leerlo en invierno y tiene sentido, pero yo siempre lo leo en verano, porque es cuando suelo tener más tiempo y este libro a veces se pone pesado, considero que hay que darle su tiempo, digerirlo. Es un clásico, así que la lectura es un poco lenta quizás hasta densa. Pero siempre pasa algo, así como una telenovela antigua (y muy buena) y entrega poderosas reflexiones sobre la vida, la clase, la educación, los roles de género, los errores, la venganza, el amor y la obsesión.
ELEKTRA, JENNIFER SAINT
“Me quedé en esa playa junto la pira funeraria de mi hija, eso no lo suavizó. Ardía dentro de mí una llama inextinguible. Cuidé su reino, no para entregárselo a su regreso, si no que para quedármelo”
De todos los libros mencionados, este es el más “nuevo”, se lanzó el año pasado. Es una reescritura sobre la tragedia griega la Orestíada, la cual consiste en el asesinato de Agamenón, perpetrado por su esposa y reina: Clitemnestra, este hecho desencadena una serie de muertes y en la historia clásica termina con el asesinato de Clitemnestra por parte de su propio hijo y un juicio en el que participa Atenea, ahí se niega su maternidad y se colocan los valores patriarcales sobre los matriarcales, sentando así la sociedad patriarcal en occidente.
Por medio de tres voces femeninas: Clitemnestra, Elektra y Casandra, la autora dota de individualidad a estos personajes femeninos y otorga mayor sentido del que pudieron haber tenido en el período clásico. Es sobre mujeres, reivindicación, venganza, familia y muerte.
